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Cuando buscamos rentabilizar al máximo el espacio de nuestra casa es frecuente encontrarnos con rincones o espacios que pueden ser aprovechados sólo con muebles que se ajusten a esas medidas. 

Los muebles hechos a medida son más caros que los que se fabrican en serie, debido a que el proceso de su elaboración se debe realizar con tiempo y se trata de una pieza única. Para asesorarse se debe visitar una empresa específica o un buen carpintero.

Sin embargo, a pesar de que su costo sea mayor, tienen algunas ventajas.

En primer lugar aprovechan las esquinas. Estos espacios son los más difíciles de amoblar con piezas de medidas estándar, que la mayoría de veces se convierten en espacios desperdiciados.

También rentabilizan huecos difíciles; entre columnas y alrededor de las puertas por ejemplo. Con estos muebles es seguro que se encontrará la solución para todos los rincones imaginables.

Además, favorecen la entrada de luz. Como se trata de muebles a medida es posible realizar cambios como reducir el volumen, altura o grosor, en función de la luz natural que se quiera recibir, de tal forma que obstaculicen lo menos posible el paso de la luz.

Asimismo, son versátiles, se puede hacer diseños multiusos y personalizados, eligiendo el material deseado.

Igualmente, no hay nadie mejor que las personas que habitan la vivienda para saber qué es lo que en realidad necesitan y cómo quieren que se vea. Una vez que se tiene el boceto elaborado, se debe consultar con los que se encargarán de realizar el proyecto, quienes dirán que tan viable es y ayudarán a hacer correcciones.