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EL ORIGEN DE LA RIQUEZA DE UNA CIUDAD

Max Weber en el año de 1921 publicó un ensayo en el cual se categorizan a las ciudades occidentales



Redacción Urbaniza2.com | miércoles, 09 de enero de 2013

En las ciudades consumidoras se notaba el poder político, por tanto era notorio una alta concentración de riqueza, junto con un gran consumo de bienes y servicios, ese era el motor de crecimiento.

 

En las ciudades productoras transacciones se basan en el intercambio comercial de productos agropecuarios.

 

Las tipologías, surgidas del análisis de las ciudades romanas medievales, toman un nuevo sentido como son las metrópolis que crecían al ritmo del capitalismo moderno. Es así que, el termino ciudad consumidora le dio una continuidad histórica a la promoción del consumo basada en fomentar la economía local. En cambio, las ciudades industriales tuvieron una imagen de ciudades productoras -  a pesar de que las fábricas, y no el comercio de productos agrícolas- eran el origen del crecimiento local.

 

En la década de los 80’s, las ciudades donde la industria fue el motor principal de crecimiento han reconvertido su economía. Los grandes centros industriales desde hace tiempo se reacomodado en regiones donde el suelo y la mano de obra son menos costosos, siendo primero en los suburbios de las grandes ciudades y luego en países menos desarrollados. Hoy por hoy los límites entre centros urbanos y periferias, y las divisiones funcionales entre ciudades consumidoras y productoras se han desdibujado.

 

Las tipologías de Max Weber han dejado marcadas huellas en nuestras mentes ante una pregunta fundamental: ¿Cuál es el origen de la riqueza de una ciudad? Las ciudades consumidoras y productoras entienden que la riqueza de la ciudad es una función de las relaciones socio-económicas que cumple para su entorno. Esto es, que la prosperidad de una ciudad depende de su capacidad de instalarse como una pieza clave del engranaje de una economía regional.

 

Nuestras metrópolis han crecido para cumplir funciones territoriales, al principio en estructuras coloniales y luego en las republicanas: organizar burocracias, ser nodos comerciales, o albergar centros industriales.

 

Pero ahora, cuando nuestra región presenta índices de urbanización del 80%, necesitamos repensar cuáles son las funciones territoriales de nuestras ciudades. 

 

Necesitamos considerar las funciones de las ciudades no solo en una relación vertical –ciudad y nación- o de complementariedad – rural y urbana-  sino en una jerarquización horizontal entre centros urbanos de un mismo territorio.

 

Fuente:BID

 
 
 
 
 
 
 
 

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