El mismo criterio se aplicó tanto al área interior como a la exterior: múltiples espacios de reunión como el playroom, el comedor, el living y la pérgola con parrilla, conviven junto a rincones pensados para una mayor intimidad. Y para lograr una integración fluida entre el parque y la casa se crearon espacios intermedios que rodean la casa y la vinculan con su frondoso exterior.

El estilo elegido para la casa, en respuesta a los gustos personales de su dueña, fue el American cottage, característico de las antiguas casas rurales y de la Costa Este de los Estados Unidos. Esto se refleja en la distribución simple de los ambientes, el tingladillo de madera, el trabajo de las columnas, los techos de chapa, los detalles de arquitectura colonial del país del Norte y la importancia que tienen las chimeneas y los materiales tradicionales en este tipo de construcción. Por otro lado, su asimetría logra una excelente integración entre la casa y el entorno.

Inspirada en las tendencias y diseños de la casa de decoración norteamericana.

También el estilo americano a las afueras de la gran ciudad, se define a las casas que se extienden en una sola planta. Sólo sobresale de su estructura una cúpula vidriada, que permite el ingreso de luz exterior. Techos tipo pizarra negra de origen europeo con detalles de zinguería, ladrillo a la vista en toda su estructura, y puertas y ventanas en arcada, dan aire romántico al lugar. Como detalle final faroles normandos iluminan la arquitectura exterior de la casa.
El playroom tiene una pared que funciona como lugar de guardado con motivos del artista francés Piet Mondrian en colores primarios, blanco, negro, amarillo, azul. Cajones, estantes y un gran espacio para guardar todas las películas, se ocultan en una pared que parece un gran mural. Se eligieron sillones en colores oscuros para una mayor durabilidad en este sector, pisos de madera plastificado que no permiten que el frío pase y que es de fácil mantenimiento.
Un living comedor austero y de grandes dimensiones diseñado por el Arquitecto Félix San Martín, que le dio a la casa un look cálido y confortable, una mezcla de casa tradicional y moderna a la vez.
El living se compone con sillones tapizados en chenille en tonos tierra que dan intimidad al espacio. Las paredes son de ladrillo a la vista, con un tratamiento al ras sin juntas. Dos sillones Bergere clásicos y una mesa baja con trabajo de marquetería.
La lucarna da gran luminosidad al espacio. Una pared totalmente vidriada permite ver todo el exterior, la pileta y el quincho.
Posee una pileta exterior climatizada, de forma rectangular con los escalones en su parte ancha, que permite nadar todo el largo de la pileta; comunicada a ella, se ubica el quincho con su baño y parrilla. Un punto importante fue la distancia que se diseñó entre el área de piscina y la casa, pensada para que los ruidos de la pileta no molesten a quienes pueden estar descansando en otra área de la casa. Reposeras tipo poltrona acompañan los costados de la pileta. Los pisos son de un revestimiento térmico que evita el calentamiento del piso.