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A partir de los tres o cuatro años de edad, los niños ya opinan sobre la decoración de su habitación. A estas edades, los niños hacen de su habitación un mundo propio, de fantasía, y si aprovechas bien esa primera sensación de poder, puedes orientarle a que la cuide con cariño, recogiendo sus juguetes, haciendo la cama, determinando un sitio para cada cosa, etc. La organización es un hábito que se debe estimular, desde la más temprana edad. 

Hay algunos consejos para la decoración de una habitación de un niño o niña:

- Los corchos se usan mucho para decorar las habitaciones de los niños. Puedes forrar y pintar una tabla, y cuelgas ahí trabajos que realice tu hijo, bien como fotos y otros recuerdos.

- Con el avance de la tecnología, en muchas casas se puede observar que, lamentablemente para los niños, la televisión y el ordenador entraron de lleno en el cuarto. Lo ideal sería que la habitación sea un espacio tranquilo para dormir y jugar. Y que, para ver la televisión o el ordenador, el niño tuviera que salir de su cuarto. Esos aparatos transmiten mucha radiación y usados en solitario, pueden alejar al niño del entorno familiar.

- Si deseas poner un aparato en su habitación, que sea un equipo de sonido. La música enseña a aprender, estimula el desarrollo del lenguaje, hace bailar, mejora la sociabilidad de los niños y los relaja. 

- El cambio de muebles debe ser de acuerdo con el tamaño del niño. Por ejemplo, el cambio de la cuna por la cama tiene que ser gradual.

- Cuantos más años tengan los niños, más cosas tendrán en su habitación; libros, juguetes, más de todo. Por esta razón, la organización es primordial. No hay  que dejar que la habitación tenga un espacio saturado. Ten cajones para diferentes objetos, y ordena mejor el clóset para que todo no esté colgado por la habitación. 

- No te deshagas de todo. Mantén algunas cosas que proporcionen seguridad al niño, como por ejemplo, un libro, un peluche, o un cojín.

-  Ten en cuenta que el niño necesita libertad de movimiento, para andar, bailar, saltar, y moverse en su cuarto.

- Sitúa los juguetes y libros preferidos del niño en un sitio donde él pueda alcanzarlos sin dificultades. 

- Crea rincones para distintas actividades. El clóset para la ropa, un cajón para los zapatos, una estantería para los libros, un baúl para los juguetes, una pizarra para enseñar y aprender, y reserva un rincón del cuarto para las manualidades. Así será más sencillo organizar todo con tu hijo.

- La luz natural también es importante. Las cortinas deben ser de un material que impida la luz durante una siesta.

-  Cuida de no llenar demasiado la habitación de los niños con imágenes, cuadros, figuritas, etc. Se puede tornar en un espacio agobiante.